Y qué decirte que tu mirada no me haya dejado claro ya...
sábado, 29 de septiembre de 2012
Hola guapísimo.
Cuando te conocí hace varios meses, no me imaginé lo que llegarías a ser, en lo que te ibas a acabar convirtiendo para mi. Poco a poco empezamos a hablar, a contarnos cosas el uno a otro, a ir dándonos confianza, hasta tal punto que llegamos a contárnoslo todo, a hablar todos los días sin excepción y empezó el tonteo y yo como no podía ser de otra forma, terminé pillándome de ti. Y cada día que pasa me alegro más y más de todo lo que ha pasado en este tiempo entre nosotros, y sobre todo de haberte conocido, porque sin ti se que nada sería igual.
Tu, mi niño, el que a cada minuto está en mi cabeza, el que apareció de repente y se ha convertido en alguien imprescindible en mi día a día, en mi vida. Te debo tanto cariño...
Gracias, gracias por ser tan buena persona, por haber aparecido en mi vida, por quererme, cuidarme y "estar conmigo". Lo pongo entre comillas porque ya sabes amor, nos separa esta distancia que cada día odio más. Esta distancia que no me deja abrazarte, besarte cuando me apetece y sobre todo tenerte a mi lado o estar juntos cuando más lo necesitamos... Odio verte mal, que no haya ni rastro de esa sonrisa tan preciosa en tu cara. Me duele que estés mal y yo no pueda hacer nada.
¿Sabes? No te cambiaría por nada, eres increíble J.
Es curioso como un día, por casualidad o por cosa del destino, aparece una persona que no sabías de su existencia, así de la nada, de repente y acabe convirtiéndose en algo más que tu vida.
Te quiero.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario